IDENTIFICACIÓN Y ANÁLISIS DE EGAGRÓPILAS

Hoy os traigo una propuesta para realizar un mini-proyecto científico tanto para adultos como para los mas pequeños de la casa. Vamos a analizar egagrópilas de rapaces. Pero antes es necesario explicar a los que no las conocéis de qué estamos hablando.

¿Qué es una egagrópila?

Una egagrópila puede parecernos desagradable a simple vista  y francamente, y para muchos ojos desentrenados se puede confundir con una caca de perro. Nada que ver, las egagrópilas son en realidad unas bolas de pelo que regurgitan las aves carnívoras y que contienen restos que no pueden digerir. Muchas aves como los búhos se tragan enteras a sus presas. ¿Y qué restos son esos?. Dependen fundamentalmente de la dieta del ave, si hablamos de aves rapaces vamos a encontrar generalmente restos de animales de los que se alimentan, como por ejemplo: pelo, huesos, espinas, restos de insectos y plumas.

¿Para qué nos sirven las egagrópilas?

Como decía, una egagrópila contiene los restos de uno o varios animales. Si los identificamos podemos averiguar de qué se alimenta este ave y conocer de esta forma sus hábitos alimenticios. ¡Incluso podemos conocer la biodiversidad de nuestra zona! Mirad, si recogéis egagrópilas de vuestro entorno más cercano y analizáis su contenido seguro que encontraréis especies de animales que nunca habéis visto.

Hay especies de mamíferos muy esquivas y muchas de ellas son de hábitos nocturnos. La musaraña, el mamífero más pequeño del planeta, es una presa habitual de lechuzas y cárabos. ¡Os sorprendería ver lo pequeños que son sus huesos!. Por lo tanto, analizar las egagrópilas nos ayuda a averiguar si existe una determinada especie en un hábitat.

¿Donde puedo encontrar egagrópilas?

Las egagrópilas son expulsadas por las aves en un momento de tranquilidad y seguridad. Por eso solemos encontrarlas bajo los nidos o en los llamados «posaderos», sus lugares favoritos donde descansan y vigilan su territorio. Si decidimos ir en la búsqueda de egagropilas debemos ser responsables evitando molestar a las aves, especialmente en su periodo de cría.

Podemos encontrar egagrópilas en diferentes hábitats, incluso en las ciudades. Actualmente viven en nuestros parques y jardines especies como la lechuza o el cárabo que se alimentan de roedores, cuando se acerca la noche podemos escuchar el inconfundible canto del cárabo:

 

Identificando egagrópilas

Ahora llega el momento detectivesco-científico. Vamos a tratar de identificar las egagrópilas que hemos recolectado. Existen diferentes opiniones en cuanto al pre-tratamiento de las egagrópilas, algunos expertos recomiendan congelarlas o meter naftalina junto a ellas para matar a los posibles parásitos que se hayan alojado en ellas. Una vez hecho esto tenemos dos opciones para extraer los restos de la egagrópilas:

• Método seco: este método consiste en desmenuzar la egagrópila ayudándote de unas pequeñas pinzas. En un laboratorio podemos usar instrumentos de disección.
• Método húmedo: consiste en dejarla un tiempo en remojo para que se vayan separando el pelo de los huesos. Algunos expertos recomiendan usar agua oxigenada diluida en agua para blanquear los huesos.

Una vez tengamos extraídos los elementos de las egagrópilas podemos deducir un montón de información acerca del ave y su hábitat:

Podemos identificar el ave por el aspecto, forma y tamaño de la egagrópila. A continuación tienes un enlace a un libro en pdf sobre aves nocturnas en el que aparecen fotografías de las diferentes especies y sus egagrópilas. Pero ojo, las egagrópilas pueden variar enormemente en función de la dieta del animal.

Al extraer los diferentes elementos de la egagrópila podemos averiguar si el ave es insectívora, es una especialista en cazar otras aves como los halcones o bien es una rapaz nocturna que caza micromamíferos como la musaraña.

En este enlace puedes consultar un documento muy práctico sobre lechuzas que incluye una clave para identificar micromamíferos. Muy útil para usarlo en docencia y educación ambiental.

Conclusión

La identificación y el análisis de egagrópilas es un método científico para el estudio de ecosistemas y aves, pero también es una práctica de laboratorio muy utilizada en el instituto en las asignaturas de ciencias y biología. 

Por tanto es muy útil como método de enseñanza en ciencias tanto en educación como en centros de interpretación de la naturaleza o en campamentos. Por tanto nos sirve para introducir y transmitir conocimientos y valores medioambientales, y sobre todo para despertar la curiosidad y el interés por la ciencia.