El pasado día 5 de Junio celebramos el Día Internacional del Medio Ambiente y hoy es el día de mirar hacia los mares y océanos. A día y hora de escribir este artículo, las Naciones Unidas están reunidas en la Conferencia sobre los Océanos para tratar la problemática del cambio climático, la sobrepesca, la contaminación y pérdida de biodiversidad marina.

Con aproximadamente 3/4 partes de agua en el Planeta Tierra a uno le hace pensar que la importancia de conservar la salud de los océanos es vital para nuestra superviviencia. Muchos de los problemas a los que se va a enfrentar la humanidad en un futuro cercano están relacionados con el mar. Entre ellos podemos citar:

El cambio climático

La mayor parte de la gente conocerá ya, o eso espero, que unas de las consecuencias más graves del cambio climático es la subida del nivel del mar. Pero no es la única, un grave problema de difícil solución es la acidificación de las aguas a partir del CO2 atmosférico.

De forma resumida, el incremento de la concentración CO2 atmosférico ha desequilibrado totalmente la atmósfera y de forma indirecta también los océanos. El CO2, que es muy soluble en agua, altera el pH del ésta, desplazando el equilibrio natural hacia un océano más ácido.

La acidez provoca la inhibición de la formación de estructuras calcáreas. ¿Y qué quiere decir esto?, pues que todos los organismos marinos que presentan conchas o caparazón no podrán desarrollarse. Además la acidez actual de los océanos está provocando la destrucción sistemática de los arrecifes de coral.

Pero, ¿y al ser humano como afectará la acidez del océano?. Pues en pocas palabras, el equilibrio ecológico desaparece, con ello la biodiversidad de los mares y por tanto la pérdida progresiva de recursos pesqueros.

La contaminación marina

Uno de los aspectos más graves es la contaminación marina. Hemos tratado los mares como vertedero mundial, «total como son muy grandes no se va a notar». Pero ojo, no son las generaciones futuras las que sufrirán las consecuencias, ya estamos comiendo basura procedente del océano.

¿Has oído hablar de los microplásticos?, ¿y de los metales pesados en el pescado?

Los microplásticos son partículas diminutas de restos de basura que se han ido degradando en el agua de mar. Pueden ser pequeños restos tan minúsculos que es necesario observarlos a la lupa o microscopio. Pero están ahí y por ser tan pequeños ingresan en la cadena alimenticia, los peces se comen unos a otros y nosotros los pescamos.

Igual te estoy fastidiando la comida de hoy… pero es real. Para muestra una foto de mis vacaciones en las Islas Azores.

Un proceso similar sucede con los metales pesados, como el mercurio. Éste, producido y vertido al mar a niveles elevados está acumulándose en los peces. El concepto de bioacumulación explica este proceso. Cada pez, dada su posición en la cadena alimentaria, es presa de otro pez más grande, y éste come muchos peces más pequeños que él. Con lo que progresivamente en los peces más grandes se están acumulando más y más mercurio. El atún, los tiburones y los pescados azules son algunos ejemplos de bioacumulación de peligrosos tóxicos.

La explotación insostenible del litoral

En algunos lugares turísticos el desenfreno urbanístico y el modelo de explotación abusiva está deteriorando tanto el litoral que en unos años nadie va a querer visitar esos lugares. En países como el mío que vive del turismo, no se puede permitir perder la gallina de los huevos de oro. Y la gente no es tonta. Existe un desapego creciente hacia esas playas atestadas de gente y la búsqueda de nuevos lugares más tranquilos y naturales está en auge.

Sin embargo hay que alertar que esta creciente dispersión está alterando zonas naturales con elevado valor ecológico. Y en la búsqueda de vida salvaje también.

Bien son conocidos los safaris africanos en los que te ofrecen acercarte al máximo a las fieras salvajes. En el océano está empezando a saturarse el avistamiento de ballenas. En nuestras vacaciones visitamos azores y observamos ballenas y delfines con una empresa que practicaba un acercamiento a los cetáceos con el mayor respeto hacia estos animales. Cuando se contratan estos servicios hay que constatar que se trata de profesionales que realizan su actividad con los métodos menos intrusivos. En nuestro caso una bióloga marina a bordo nos informó en todo momento. No se usa sónar para encontrarlas, en su lugar se posicionan observadores en los acantilados de la isla para avistar e informar por radio.

La sobrepesca

Si ya de por sí estamos perdiendo ecosistemas enteros por culpa de la contaminación marina y el cambio climático, súmale a la ecuación la intensificación de la pesca en las últimas décadas para satisfacer a una población en crecimiento exponencial.

El desastre ecológico está a la vuelta de la esquina. Las repercusiones económicas y sociales serán nefastas. La falta de un recurso que pensábamos que era infinito provocará el aumento de la pobreza en países que dependen directamente de la explotación del mar. Sectores enteros sin sustento emigrarán de forma masiva y con ello la escalada de conflictos. Para que luego digan que el medio ambiente no es prioritario, que hay problemas más acuciantes. ¿No nos damos cuenta que la degradación ambiental de hoy es el hambre del mañana?